Esta entrada la quiero dedicar a este buen amigo que siempre me acompaña y nunca me ha dejado.
Como veis, en este blog abundan los angelitos, y si entráis en mi otro blog "Aprender a Vivir" veréis que allí casi todo son haditas lo que hay. Y es que estos seres siempre me han gustado y acompañado en todos los momentos de mi vida.
Cuando era pequeña en los interminables días de hospital, dejaba volar mi imaginación y "veía" realmente a seres fantásticos alrededor mío y de mi cama que me contaban preciosas y magníficas aventuras y nunca me dejaban sola, siempre estaban ahí... Incluso cuando temblaba de miedo al ver llegar a los médicos haciendo su ronda habitual, ellos me susurraban al oído que no pasaba nada... que todo estaba bien... y lograban tranquilizarme como nadie era capaz de hacerlo. Incluso conseguían que llegara a reír con las bromas que uno de los médicos siempre nos hacía.
Pero entre todos estos seres mágicos había uno que destacaba y al que quería muchísimo: Mi Ángel de la Guarda. Él, prevalecía entre todos los demás. Ni os imagináis lo que me ha llegado a proteger ni de las cosas que me llegó a librar... Pues por arte de magia evitaba que me despeñara por los barrancos de los pinos que había frente a mi casa cuando me acercaba peligrosamente a coger moras, o cuando ante todo pronóstico era capaz de trepar a un árbol o subir la montaña que había cerca de mi barrio (a más de uno le costaba subir y no lo conseguía) Ni disgustos que le habré dado al pobrecito. ¡¡¡Menuda paciencia la suya!!!
Pero todo eso desapareció cuando crecí, pues me dediqué a estudiar, trabajar, y fundar una familia.
Hasta que nació mi hija y gracias a ella volví a redescubrir a todos estos seres angélicos y de fantasía (?) a través de sus ojos, las lecturas y cuentos que le contaba. Muchos de los cuales estaban sacados de los viejos recuerdos de mi infancia en el hospital. Pero ella creció y volví a meterme en mi mundo olvidando a mi querido Ángel Guardián...
Y heme aquí, escribiendo estas letras como reconocimiento ante su paciencia y su amor hacia mí. Y para darle las gracias por no haberme abandonado nunca, ni Él, ni las haditas, nomos, y demás seres fantásticos que llenaron mis días y mis noches infantiles y que hoy de nuevo las vuelven a llenar.
Gracias a todos por seguir aquí. Y si, ya sé... el día que abandone este mundo haréis una fiesta porque por fin os librastéis de mí y podréis respirar y descansar en paz. Con la guerra que os he dado..... jajajaja Sobre todo a ti, mi querido Ángel Guardián ;-)
Con cariño, Leonor
Algunos de estos personajillos me ha acompañado también durante mi infancia, pero después no he compartido ninguna experiencia "mística" con ellos.
ResponderEliminar¡Ah! y no creo que tu Ángel de la Guarda esté muy cansado de cuidar de ti, por mucho trabajo que le des, son gajes del oficio, y están para eso, es parte de su contrato, jajaja
Buenos dias Leonor he vuelto a pasar por tu spacio para dejarte mis mejores deseos para estos dias de Navidad ojala el dolor sea mas leve y ese angel de la guarda te cuide con mucho cariño. Me ha parecido preciosa tu entrada me ha recordado mi infancia cuando yo tambien hablaba con mi angel...
ResponderEliminarUn abrazo enorme y Feliz Navidad¡¡¡¡
Mis queridas amigas, me alegro mucho de haberos recordaros a vuestros Ángeles de la Guarda. Sin ellos, seguro que no hubiésemos llegado a esta edad jajajaja...
ResponderEliminarMil besitos con todo mi cariño para las dos,
Hola guapa!!
ResponderEliminarComo ves no dejo de escribir cositas en mi blog, te doy las gracias por animarme a crearlo, casi cada dia escribo algo o voy buscando información para hacer cambios...es bien entretenido.
Tenemos gustos pareceidos, las hadas, los duendes jeje.
Bueno, esperemos q esos angelitos de la guarda nos ayuden.
Nos vemos mañana q hay q darle la agenda al profe!!